Mi primera experiencia en Bután
Mi primer viaje a Bután fue una experiencia inolvidable que me permitió descubrir uno de los países más fascinantes y únicos del mundo. Conocido como el país de la felicidad, Bután es un pequeño país escondido en el Himalaya, y la mejor forma de conocerlo es viajando a vuestro ritmo, disfrutando de cada rincón y sumergiéndoos en su cultura.
Descubrir las maravillas de este pequeño país es una aventura desde que empieza el viaje.
Su aeropuerto es uno de los más pequeños y complicados del mundo, aterrizar y despegar es toda una aventura. De hecho, en nuestros viajes siempre tenemos en cuenta que puede ser que no se pueda aterrizar o despegar cuando se tiene previsto, ya que a veces hay mucho viento y no se puede volar. Por eso siempre dejad algún día de seguridad por si acaso.
Pero una vez llegáis allí y salís por la escalerilla del avión, empezáis a alucinar. Por mucho que hayáis viajado, nada se parece a lo que habéis visto antes.
La gente, su forma de vestir, la arquitectura de sus casas y templos… todo es diferente. Es precioso, tranquilo, sin coches (eso en Asia es increíble), sin aglomeraciones. Todo fluye en paz.

Paro es la capital del país y la primera ciudad que se ve. No os lo puedo describir, es como un pueblo de casitas bajas de madera, con sus tiendas y una calle principal que alberga toda la vida de la ciudad.
Luego el viaje nos lleva hacia Thimphu, Punakha y Bumthang. Ciudades donde podéis ver cómo vive la gente del país. Con sus escuelas, sus mercados tradicionales, sus templos…

Cultura y tradiciones
La cultura butanesa está profundamente influenciada por el budismo, que es la religión predominante, y se refleja en la arquitectura, festivales y estilo de vida. Podréis observar esto en los numerosos dzongs (fortalezas-monasterio) y templos que salpican el paisaje.
Uno de los aspectos más fascinantes de su cultura son sus festivales religiosos, conocidos como tshechus. Estos eventos, que se celebran en diferentes épocas del año en diversos monasterios y dzongs, incluyen danzas sagradas, música y rituales que ofrecen una visión única de las tradiciones espirituales del país. Entre los más destacados están el Paro Tshechu y el Thimphu Tshechu.
Bután es conocido por su enfoque único en el bienestar de sus ciudadanos, priorizando la Felicidad Nacional Bruta sobre el Producto Interno Bruto.
En el país solo viven 700.000 personas y no hay paro. Todos se dedican a algo: funcionarios, agricultores, orfebres…
Es muy fácil estrechar lazos con ellos y que os cuenten su forma de vida tan peculiar.
Debido a la orografía del país hay básicamente una carretera de montaña para viajar. ¡Imaginaos cómo es! Y no hay opción porque no hay ferrocarril ni nada. Todos van por esa estrecha carretera, y aunque en el país no hay muchos coches, a veces se tardan horas en hacer pocos kilómetros.
Pero cada recorrido merece la pena por ver el paisaje y los pueblos por los que se pasa.
Naturaleza y aventuras
Y si hay algo que hacer en Bután, es subir al Tiger’s Nest, un templo enclavado en la roca a más de 3.000 metros de altitud. Pero no os asustéis, cuando llegáis a Paro ya estáis a 2.400, así que la subida desde allí no es tan dura. Y vaya si merece la pena. Cuando llegas arriba y te encuentras con estos edificios volando en las montañas, ¡parece magia!
Además del famoso Tiger’s Nest, Bután ofrece una variedad de actividades al aire libre para los amantes de la naturaleza y la aventura. Podréis disfrutar de senderismo en rutas impresionantes como el Snowman Trek, que es uno de los más desafiantes del mundo, o explorar el Parque Nacional de Jigme Dorji, hogar de una rica biodiversidad incluyendo especies como el tigre de Bengala y el panda rojo.
Y todo este increíble viaje se desarrolla al pie del Himalaya. Cada mañana, cuando os levantáis, veis esas imponentes montañas que brillan como espejos con los primeros rayos del sol. Sin duda, son uno de los amaneceres más espectaculares del mundo.
Gastronomía

La cocina butanesa es una mezcla de sabores intensos y picantes, con el chile como ingrediente principal en la mayoría de los platos. No dejéis de probar el ema datshi, un guiso de queso y chiles, considerado el plato nacional. Otros platos destacados incluyen el phaksha paa (cerdo con chiles) y los momos (empanadillas rellenas).
Alojamientos de lujo
Y para hacer confortable este increíble viaje, Bután ofrece una selección de alojamientos de lujo que combinan confort moderno con el encanto tradicional butanés. Hoteles como Amankora, COMO Uma Paro, AndBeyond Punakha, Six Senses… ofrecen instalaciones de primer nivel, spas relajantes y vistas impresionantes del Himalaya. Aquí os dejo los que, para mí, son los mejores hoteles en Bután.
Mi primera experiencia en Bután fue sin duda uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida.
Os animo a que lo visitéis y, si queréis soñar un poco, aquí os dejo este vídeo.